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Es hora de empezar a trabajar para lograr eso que tanto deseas: fe, iluminación y dinero... mucho, mucho dinero.
En Honey, I Joined a Cult, debes construir y expandir tu base, administrar los miembros y los recursos del culto y obtener fe, fondos y lealtad.
Una secta adecuada necesita un excelente diseño de interiores. Ubica, diseña y decora las habitaciones para hacer felices a tus fanáticos. Hay varias opciones para habitaciones extravagantes y maravillosas, cada una con un papel esencial en tu secta. Habitaciones con detectores de mentiras, cámaras espirituales, spas energéticos e incluso el temido ministerio de la alteración.
El secreto de una buena secta es tener un buen nombre. Elige con cuidado el nombre de la secta, su líder, el Ser Divino que se venerará, la Sala Sagrada donde los miembros demostrarán su dedicación y los seguidores que se convertirán en los próximos fanáticos. Haz que la secta refleje tu personalidad eligiendo:
– Un símbolo realmente genial;
– Un uniforme extraño para impresionar a los seguidores potenciales;
– Un sombrero impresionante para provocar envidia en otras sectas;
– Una extraña reliquia para venerar y adorar.
Los fanáticos también tienen necesidades, ¡y debes asegurarte de que todos tengan comida, agua y entretenimiento! ¡Cuida el bienestar físico y mental de la secta para tener los mejores fanáticos posibles!
Vestirse bien no basta: tu secta debe funcionar como un reloj hipnótico. Crea horarios para los fanáticos, súbelos de nivel y gestiona los sistemas de alimentación y mantenimiento. Asigna tareas a los fanáticos con un sistema de prioridades. ¿Quién dice que ser controlador no funciona?
Usa todo tu encanto para reclutar seguidores, quienes aportarán recursos y, con el tiempo, ascenderán de rango y se convertirán en fanáticos absolutos. Los seguidores descontentos abandonarán la secta, ¡así que no olvides alegrarles el día a todos!
El líder de tu secta podría resultar ser un verdadero mendigo: reclutando seguidores específicos o construyendo ciertas salas. Atiende todos sus caprichos. No cumplir con sus exigencias lo pondrá de mal humor, y un líder descontento no podrá dar buenos sermones.
Es posible enviar fanáticos a misiones en la ciudad. Ya sea para reunir recursos, desbloquear nuevas tecnologías o cumplir una petición de tu líder, ¡la Sala de Operaciones Secretas es el lugar perfecto para planificar tu estrategia!
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El secreto de una buena secta es tener un buen nombre. Elige con cuidado el nombre de la secta, su líder, el Ser Divino que se venerará, la Sala Sagrada donde los miembros demostrarán su dedicación y los seguidores que se convertirán en los próximos fanáticos. Haz que la secta refleje tu personalidad eligiendo:
– Un símbolo realmente genial;
– Un uniforme extraño para impresionar a los seguidores potenciales;
– Un sombrero impresionante para provocar envidia en otras sectas;
– Una extraña reliquia para venerar y adorar.
Los fanáticos también tienen necesidades, ¡y debes asegurarte de que todos tengan comida, agua y entretenimiento! ¡Cuida el bienestar físico y mental de la secta para tener los mejores fanáticos posibles!
Vestirse bien no basta: tu secta debe funcionar como un reloj hipnótico. Crea horarios para los fanáticos, súbelos de nivel y gestiona los sistemas de alimentación y mantenimiento. Asigna tareas a los fanáticos con un sistema de prioridades. ¿Quién dice que ser controlador no funciona?
Usa todo tu encanto para reclutar seguidores, quienes aportarán recursos y, con el tiempo, ascenderán de rango y se convertirán en fanáticos absolutos. Los seguidores descontentos abandonarán la secta, ¡así que no olvides alegrarles el día a todos!
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Es posible enviar fanáticos a misiones en la ciudad. Ya sea para reunir recursos, desbloquear nuevas tecnologías o cumplir una petición de tu líder, ¡la Sala de Operaciones Secretas es el lugar perfecto para planificar tu estrategia!